Para un control efectivo, es crucial aplicar la dosis adecuada según la situación de tu cultivo. En casos de infestación baja, utiliza 10 larvas por metro cuadrado en las áreas afectadas. Si la infestación es alta, incrementa a 50 larvas por metro cuadrado. Recuerda que estas dosis son para aplicaciones curativas y deben realizarse una vez en las zonas afectadas.
Las larvas de Chrysoperla carnea son depredadoras voraces que atacan a sus presas, principalmente pulgones, succionando sus fluidos. Este proceso deja a las plagas arrugadas y difíciles de detectar, asegurando un control efectivo. Además, si los pulgones escasean, estas larvas pueden alimentarse de otras plagas como mosca blanca, trips y huevos de polillas, lo que las convierte en una solución versátil para el control de plagas.
Para aplicar este producto, sigue estos pasos sencillos:
Es importante almacenar las larvas adecuadamente antes de su uso. Mantén el producto a una temperatura de 8-10°C y a oscuras, en posición horizontal, para asegurar su efectividad.
Optar por este método de control biológico ofrece múltiples ventajas. No solo es una solución natural y segura para tus cultivos, sino que también reduce la necesidad de pesticidas químicos, promoviendo un entorno agrícola más saludable. Además, su capacidad para atacar múltiples tipos de plagas lo convierte en un recurso valioso para cualquier agricultor.
La disponibilidad de este producto es limitada debido a su alta demanda, así que no pierdas la oportunidad de mejorar la salud de tus cultivos de manera efectiva y sostenible.
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